Viviendo algo inevitable.

por **Katherine Nightmare** Dom Mar 24, 2013 4:17 pm

Synchronicity, una de las ciudades mas tranquilas de todas, con reglas bastantes comprensibles, nada exageradamente estricto como Magnolia, o demasiado rebelde como Nastrand, había demonios en las mismas calles, ángeles hablando libremente con los mismos, humanos quienes vendían algunas frutas que eran vendidas para las criaturas quienes agradecían alegres. Yo me limitaba a observar, mis pequeños pingüinos venían detrás mio en fila, si querían algún tipo de alimento solo jalaban un poco la falda que llevaba puesta y señalaban las cosas, e inmediatamente iba a ver de que se trataba, aunque fuera una diva aun conservaba las cantidades de dinero que conseguí cuando estaba en la cima, ahorre al menos lo suficiente para alimentar a mis pequeños y mágicos pingüinos.

¿Qué día era? La pregunta vago un rato en mi mente, observe el cielo, los grandes árboles que poseía Synchronicity como atracción, sin pensar me di cuenta que estábamos en primavera, podía notar por el tipo de frutas que estaban vendiendo, ademas de las flores que crecían en las jardineras de algunos negocios, no me había dado cuenta que tan rápido había pasado el tiempo mientras Leía un libro.
Me senté en una vieja banca que las calles me ofrecían para reposar un rato después de algunas compras, tome las bolsas que contenían algunos trajes para mis compañeros, y comida para los mismos, las deje en la misma, hablando de aquellos intentaban sentarse en la banca pero uno no entraba en la misma, me levante un rato para que el se sentara, era número 2, subí nuevamente la gorra de mi capucha mientras esperaba que descansaran lo suficiente.

Que haría sin ustedes - intente sonreír pero no lo hice, solo hice una mueca algo rara para al final suspirar de alivio, los tres pingüinos solo me vieron demostrándome felicidad, o eso es lo que quiero pensar. mis pies ardían un poco, se notaban que lograban ser las botas café que tenían un diminuto tacón, Pues posiblemente también era por las horas que había empezado a caminar, no solo por la aventura en la Zona de comercio, si no el camino de Magnolia a Synchonicity; El día se notaba calmado, el viento soplaba, el sol se mantenía presente pero no con mucha intensidad. Un ruido tremendo despertó mis oídos, me saco con fuerza de mis pensamientos, intente observar lo que pasaba acaso era... ¿Una pelea? pensé y luego intente acercarme hacia lo que parecía un bar.

por **Smaug** Vie Mar 29, 2013 3:52 pm

"Heaven". El cartel de un recurrido bar en el reino de Synchronicity. No frecuentaba lugares así, no bebía y no me interesaba hacerlo, digamos que quería visitarlo por que "todo el mundo lo hacía y yo solo quería ser popular".. además no perdía nada con hacerlo, quizá podría contarle alguna vez a alguien que fui a un bar y ya. Todo iba bien, había logrado entrar... Era interesante, y algo perturbante que un hombre no me quitara los ojos de encima. ¿Era enserio..? Intenté escabullirme entre la gente, para luego descubrir que su acoso no era por lo que yo pensaba. Me reconoció como un dragón, y al parecer no estaban invitados los de mi raza a ese bar. Cuando menos me dí cuenta, dos jabalíes me llevaban arrastrando de los brazos hacia las puertas del dichoso establecimiento. Eran fuertes, yo también, pero lo sería más mostrándome como originalmente era, pero estaban esos estúpidos límites.

¿Qué maldito problema había? En verdad que jode tener que andar por ahí transformado en una miserable criatura de su nivel para que no se hagan mierda en los pantalones y que aún así, dándoles el gusto, no reciba un trato conforme a la justicia declarada en éste reino... De no ser por la inútil condición que ese viejo me puso encima, ahora estarían vueltos cenizas. Seré honesto, mis acciones ofensivas serían más por encabronarme que por ver igualdad entre todos, aunque eso también me importaba.

No luché por entrar, luché por soltarme de los gordos brazos de esos hombres, quienes no tardaron en dejarme libre, y siendo una respuesta inesperada departe de ellos, hizo que al querer desaferrarlos aventándome con fuerza hacia atrás, perdiera el equilibrio y que cayera al suelo. Me toqué la espalda baja, por que sentía un leve dolor sobre ella, y les lancé una mirada asesina. Habían empezado a burlarse de mi con insinuaciones como "Uy, ¿ahora qué vas a hacer? ¿Transformarte en dragón? ¡Se supone que no puedes!" Y carcajadas insoportables...

¡¡CÁLLENSE IDIOTAS!! - Ya sentía el humo salirme por las orejas y las fosas nasales, no tardaría en expulsar llamaradas por la boca y quemarlos vivos. Las escamas estaban comenzando a volverse visibles... Pero aún así, ellos no cerraban de una puta vez el hocico. Si ellos no respetaban las reglas, si no se detenían, ¿por qué tendría que hacerlo yo?

por **Katherine Nightmare** Sáb Mar 30, 2013 9:45 pm

¡¡CÁLLENSE IDIOTAS!! Escuche a lo lejos, al parecer si empezaba una pelea, quería intervenir pero como era de esperarse la gente empezó a correr para ver la pelea, muchos no medían su fuerza al intentar pasar empujando a otros, en cuando menos me di cuenta ya estaba tendida en el piso, cerca de la banca donde mis mascotas reposaban ya con algo de miedo al ver mucha gente acercarse, me retire levemente mi capucha completamente quien estaba sucia gracias al suelo que me recibió anteriormente encima suyo; Sacudí mis ropas las cuales eran una falda carmesí una camisa blanca de botones conjugado con el corsel marrón que normalmente llevaba afuera y al fin soltar mi largo cabello, mostrando su color azul turquesa sin importancia alguna.

La gente aun llegaba y sin más empezaba a parecer un coliseo como su fueran a torturar a alguien, no podía quedarme sentada de brazos pero tampoco podía congelar a la gente para que liberaran a la pobre alma en pena que estaba encerrada en aquel lió tan vulgar, no me quedaba de otra el atardecer estaba en el punto máximo sin duda, el aire empezaba a calmarse un poco más, el clima al parecer también ponía atención al famoso enrededo de golpes que podría realizarse en menos de lo que canta un gallo. pero eso no me preocupo en lo absoluto, fue un imbécil que tiro a numero dos y le piso una patita - ¡ESTÚPIDO! - grite con más que enojo, era la ira en si misma.

Cargue a mi pingüinos en brazos quien al parecer le empezaban a salir unas cuantas lagrimas "Hijos de pu..." pensé mientras abrace con tristeza a mi pequeño amigo, creí que una canción lo animaría así que no pensé dos veces y empece a entonar una canción, una balada que me gustaba cantarles para dormir - My love, leave yourself behind Beat inside me, I'll be with you oooooohh ooooh - mi entonación era un don que al parecer no todos tenían, posiblemente llamaría la atención de algunos y evitaría la pelea pero por mientras serguiria tarareando para numero dos.

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